AZUL

La colección Azul retoma ciertas ideas relacionadas con concepciones primigenias en torno al ser humano. Azul es el espacio que nos rodea, que circunda nuestra existencia, es el universo, así como el agua de la que estamos hechos. En ese espacio, el tiempo es nuestro límite, donde todo tiene un principio y un fin, que transcurre en la horizontalidad de la tierra.

Conceptos presentes en la colección

FORMA

Azul, se inspira del imaginario de antiguas culturas americanas y su visión respecto al universo y el rol del ser humano en este. Así, tomando estos principios, integro a través de formas circulares, lo esférico, la horizontalidad y la verticalidad; las ideas que tengo sobre este tema.

El tiempo y el espacio, simbolizados y materializados en piedra y metal, convergen en formas circulares atravesadas por líneas horizontales. El círculo dividido se presenta como una imagen en la que su parte superior alberga lo divino y lo inferior lo oscuro y oculto. En medio, el ser humano y su paso por la Tierra.

La esfera se identifica emblemáticamente con el globo, que por similitud con los cuerpos celestes se considera una alegoría del mundo: perfección y totalidad. La circunferencia establece la limitación adecuada del mundo manifestado, de lo preciso y regular, además de ser la imagen en la que el principio y el fin coinciden, es decir, el eterno retorno. La unión del cuadrado con el círculo sugiere, entre otros, la imagen en la que se identifican dos grandes símbolos cósmicos: el cielo (círculo) y la tierra (cuadrado).

Las líneas verticales expresan la progresión de la vida, donde todo lo que nace debe morir para volver a surgir, generando un movimiento circular progresivo. Algunas piezas presen- tan formas cuadradas o cúbicas, que simbolizan lo que nos relaciona con la estabilidad, la tierra y el cosmos físico de los cuatro elementos.

El cuadrado en sí, siguiendo un modelo cuaternario, alude a los cuatro puntos cardinales que indican orden y fijeza en el mundo, al mismo tiempo que el cruce de estas líneas indica el punto de la creación del hombre.

COLOR

El color es parte fundamental tanto en cuanto a su significación como en relación al diálogo que se establece entre las piedras seleccionadas y las formas diseñadas en cada una de las piezas, que les otorga un significado particular.
Serán el lapislázuli, la sodalita, el ónix y el coral azul las piedras que aportarán color y significado a cada uno de los diseños.

AZUL

Para algunas culturas ancestrales, este color representa «la Esperanza». Corresponde al color del cielo y el agua. El azul del cielo representa el espacio sagrado donde viven los dioses. El azul del agua representa el líquido vital, ya no hay vida sin ella. Así, este color tiene una doble representación: espacio sacro y líquido vital. Tanto el cielo (azul celeste) como el agua (oceánica) evocan espacios amplios y abiertos, y están vinculados con lo infinito y el vacío primordial. Es el símbolo de la verdad y la eternidad de Dios y siempre seguirá siendo el símbolo de la inmortalidad humana.

NEGRO

En general, el color negro es sinónimo de demonios y espíritus negativos del inframundo y de las tinieblas. Es la ausencia de luz, la oscuridad total, la carencia de color. Sin embar- go, si es brillante es constructivo y hace referencia a lo estable, mientras que si es opaco, a lo destructivo.